Por primera vez en Bariloche y en la casa Bachmann, sede de la Asociación de Artistas Plásticos de Bariloche se inaugura el viernes 30 a las 18hs. Esta exquisita muestra de un artista argentino digno de conocer.
La obra pictórica de Néstor Saiace revela su pasión no sólo por las artes plásticas sino también por otras artes como la música, la danza, las escenas del circo… Sus cafés, milongas y tertulias, conjugan una sensualidad de múltiples dimensiones y, al tiempo que sugieren, dan cuenta de su vocación por el ritual del encuentro.

Esta selección ofrece una perspectiva de un proyecto creador abarcativo y complejo en el que tanto el oficio de vivir para la representación visual artística como su reproducción por la vía de la imprenta se retroalimentan a lo largo de más de medio siglo.
» NÉSTOR SAIACE (1923-2014) quién fuera discípulo del maestro Demetrio Urruchúa, de Juan Battle Planas y de Julio Barragán se inició en las artes gráficas, en las que, a lo largo de más de 50 años, su imprenta Lesague, editó y produjo libros, láminas, etiquetas y almanaques de los más grandes artistas contemporáneos del arte nacional, – también para importantes empresarios locales (tanto de Bariloche como del resto del país).
La obra del artista puede apreciarse en su web, https://www.nestor.saiace.com

Confesamos cuán profundamente atesoramos sus piezas producidas para el medio local de las artes visuales. Las y los invito a recorrer esta exhibición y a disfrutar de su aptitud creativa y potente expresividad en estas obras realizadas por él entre la década del 60 y el comienzo del siglo XXI.
Pelusa Borthwick, curadora. Espacio de arte Arcimboldo.
Vale la pena citar aquí al crítico César Magrini
Saiace pinta (desnudos, interiores, paisajes, naturalezas muertas, marinas) tal como siente, y esa es su primera y muy alta lección: la de una autenticidad sin dobleces. Por eso, sin dudas, conquista como lo hace. Por su lenguaje, exuberante y directo, por su sana y comunicativa alegría de vivir (y en muchos casos, de[s]bordante plenitud), por su fe y su confianza, palpables de inmediato en sus cuadros, puestas en todo cuanto lo rodea, pero también porque hay en sus óleos un estilo que se afirma ya definitivamente, una seguridad que elude la imitación o las repeticiones, y una forma de captar (y de transmitir) sensaciones, estados de ánimo, vivencias, que cautivan en su pujanza, que demoran en torno de él el entusiasmo y la plenitud ,y que constituyen, en esencia, un luminoso y ejemplar canto a la vida.”
César Magrini, El Cronista Comercial, Buenos Aires, 23 de noviembre de 1976.

